Finalmente, el peronismo no tendrá un superdomingo electoral. Las definiciones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, obturando que se realicen las elecciones en las provincias de Tucumán y San Juan, le aguaron un punto de partida al oficialismo que estaba esperando victorias en el 9% del electorado nacional y, a partir de allí, sentirse más fuerte para tomar impulso hacia las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Se ha abierto la discusión sobre si se trató de un fallo jurídico o político. ¿Y por qué? En Tucumán se esperaba una clara victoria del Frente de Todos por Tucumán. Nuestro último estudio provincial mostraba una diferencia superior a los 12 puntos. Mientras que, en la Municipalidad de San Miguel de Tucumán se advierte una diferencia similar a la que hubo en 2015, una elección cuestionada por dirigentes políticos opositores del mismo signo político que hoy reclamaron ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación la inhabilitación de la candidatura de Juan Manzur a vicegobernador y que paralizó la elección de este domingo. En aquel entonces, esa dirigencia opositora impidió, durante varios meses, consagrar a Manzur como gobernador. Por los antecedentes no fue imprevisible el planteo de inconstitucionalidad de la oposición.
Sí resultó inesperado que a cuatro días de la elección, el máximo tribunal del país haya dictado una cautelar cuando tuvieron tiempo suficiente de hacerlo antes y ahorrarle al Estado Provincial y a los partidos políticos importantes erogaciones económicas.
Más extraño todavía es que en la visita que realizó a la provincia el precandidato presidencial de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, cinco días antes de conocido el fallo, en conferencia de prensa lo hubiera anticipado. “Lo digo con todas las letras, la candidatura de Manzur es ilegal. Punto. Es ilegal. Hoy está en manos de la Corte”, expresó el alcalde porteño, que estaba junto con Germán Alfaro , intendente capitalino y candidato a vicegobernador, esposo de la candidata a jefe municipal y quien elevó a la Corte la queja por la candidatura de Manzur.
Este tipo de situaciones, de un dirigente opositor adelantando un fallo de la Corte, no ayuda en nada a la transparencia institucional. Por el contrario, alienta la idea de connivencia entre la oposición y la Corte nacional y termina exacerbando la idea de manipulación política.
En las otras tres provincias se esperan victorias oficialistas y una pobre perfomance de Juntos por el Cambio. En La Pampa y Tierra del Fuego probablemente la distancia entre oficialismo y oposición sea mucho mayor a la esperada para el caso de Tucumán y de San Juan, pero seguramente tendrán menor impacto político . A partir de ahora queda algo más de un mes para la definición de las candidaturas nacionales.
Lo sucedido en Jujuy y en Tucumán alienta en la interna de Juntos por el Cambio la alianza del radical Gerardo Morales y Rodríguez Larreta. El primero triunfo en su tierra; el segundo, al apoyar fuertemente a Alfaro, intenta mostrar que busca proteger a sus candidatos algo que no puede evidenciar Patricia Bullrich.
Sin domingo de gloria
Si bien el peronismo nacional esperaba tener un domingo de gloria, es probable que el fallo de la Corte sea leído como un desafío para el conjunto partidario, incluyendo a los gobernadores, y que el oficialismo logre mayor cohesión interna. El Juicio a la Corte fue impulsado básicamente por el kirchnerismo al que adhirió el Ejecutivo Nacional, con reticencia de muchos gobernadores.
El sanjuanino Sergio Uñac justamente fue uno que no firmó en contra de los Jueces Supremos; hoy se estará preguntando de qué le sirvió adoptar aquella postura. Cuando hay un enemigo común es más fácil cohesionar a la propia tropa, situación que no sucede hasta hoy en el oficialismo.
De otro modo, los gobernadores no hubieran separado sus elecciones de la nacional. Ni hubieran estado reticentes a impulsar el juicio a la Corte. A partir de ahora el peronismo deberá decidir si competirá en la PASO con un candidato de consenso, como lo piden Sergio Massa y el kirchnerismo, o si dará vía libre para la competencia interna, como reclaman el presidente Alberto Fernández y el actual embajador argentino en Brasil Daniel Scioli.
El kirchnerismo aguarda definiciones de Cristina Fernández de Kirchner en el acto del 25 de Mayo. Massa, a su vez, está pendiente de las definiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de Brasil. Mientras tanto, el libertario Javier Milei se da el lujo de no ir a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (Ancham) y se sigue paseando por el país buscando consolidar votos.
En Juntos por el Cambio debieran ponerse de acuerdo en cómo encarar su campaña nacional. Si con un discurso federal como lo propone Morales o con un discurso unitario como el de Mauricio Macri que se refirió al triunfo de Morales en Jujuy -como al de Misiones y La Rioja- como propio de lugares feudales. Demasiadas contradicciones dentro de una misma fuerza política ante un electorado que está esperando coherencia y soluciones.